Desequilibrio antidiplomático El racismo de la ONU no es un problema sólo para Israel. En el informe de 129 páginas acerca de la reforma de Naciones Unidas redactado recientemente por un panel de 16 personas “de gente eminente y experimentada”, a petición del secretario general Kofi Annán, hay una omisión curiosa. La propia página web de la ONU, debajo de “Organismos principales”, enumera la Asamblea General, el Consejo de Seguridad, e inmediatamente después, el “Comité para los Derechos Inalienables del Pueblo Palestino”. Pero no se alude a la reforma de este comité en ninguna parte del informe. La omisión indica directamente lo que está podrido en la ONU. Durante las últimas cuatro décadas, las Naciones Unidas se han convertido en la máquina privada de propaganda del caballo de batalla de los estados árabes e islámicos — los palestinos. Su objetivo es demonizar, debilitar y destruir Israel — la vibrante playa de desembarco democrático en su medio — para empezar. La misión original de la ONU, proteger los derechos igualitarios de hombres y mujeres y de naciones grandes y pequeñas, ha sido secuestrada y corrompida por naciones que ni comparten los valores universales de la Declaración de Derechos Humanos de la ONU, ni tienen intenciones democráticas. ¿Es esto una exageración paranoide, marginal e histérica?. Examinemos las pruebas. Cada escolar o miembro del público que accediera al cuartel general de la ONU durante todo el mes de diciembre, sería saludado por una enorme exposición en el vestíbulo, colocada por ese organismo 'principal' de la ONU, el 'Comité de los Derechos Palestinos'. Incluye una serie de fotos “Tendencia de los controles del ejército”, que cubre la presunta degradación de ser inspeccionado en busca de una bomba suicida adosada al cuerpo de uno. Por supuesto, no se dice nada de la degradación de ser volado en pedazos por una bomba adosada a uno de esos cuerpos que logran evitar tales inspecciones. ¿Es esto un problema sólo para los israelíes?. No si uno compara la enorme exposición palestina que concede su gracia al vestíbulo de la ONU, con la exigua exposición que logra encajarse a horcajadas a lo largo de un pasillo adyacente, con el tema del SIDA. Pero la entrada del público a la ONU es sólo la punta del iceberg, Sólo una División entera de toda la ONU está dedicada a un único grupo de personas — la División de los Derechos Palestinos de la ONU (creada en 1977). Hay solamente una página web de la ONU dedicada a las reclamaciones de un único pueblo — la enorme UNISPAL, el Sistema de Información de las Naciones Unidas acerca de la Cuestión de Palestina. Hay solamente una única agencia de refugiados dedicada a una sola situación de refugiados — la UNRWA, la Agencia de Ayuda y Apoyo para los Refugiados Palestinos de la ONU (en funcionamiento desde 1950.) ¿Es esto un problema sólo para los israelíes?. No si eres un Dalit de La India, un granjero de Zimbabwe, o un tibetano, porque entonces tus derechos tampoco están en la agenda de la ONU. La lista de órganos secuestrados de la ONU continúa. La Asamblea General opera mediante un conjunto de seis comités. Uno de ellos, el Cuarto, dedica de modo rutinario un mínimo del 30% de su tiempo a condenar a Israel. ¿Es esto un problema sólo para los israelíes?. No si te preocupa otro objeto de la agenda del Cuarto Comité, la “revisión exhaustiva de la cuestión entera de las operaciones del mantenimiento de la paz en todos sus aspectos”, que recibe menos de la mitad del tiempo dedicado a Israel. ¿Qué hay de la toma del control de los procesos de emergencia de la Asamblea General?. Estas sesiones comenzaron en 1956, y desde entonces seis de cada diez sesiones de emergencia que se celebran, llevan siendo acerca de Israel. La décima de tales sesiones empezó en 1997 y ha sido “reconvocada” 13 veces, la más reciente este último verano. ¿Es esto un problema sólo para los israelíes?. No, si eres de los que pensó que un millón de muertos en Ruanda, o dos millones muertos en Sudán, habrían garantizado una sesión de emergencia de la Asamblea General. Entonces está el principal organismo de derechos humanos de la ONU, la Comisión de Derechos Humanos de la ONU. El 30 % de las resoluciones que condenan a estados específicos que se han adoptado condenan a Israel. La atención no prestada a los derechos de un billón de personas en la China comunista — que nunca han sido tema de una sola resolución — no es un problema israelí. Para apreciar completamente el grado hasta el que se controla a la ONU, obsérvese el 29 de noviembre, el Día anual de Solidaridad con el Pueblo Palestino, que es – de nuevo - el único día que la ONU dedica a un sólo pueblo. La ocasión exigía que se celebrara en el lujoso Consejo de Garantes, ante centenares de delegados. Al frente de la sala se sentaba el secretario general, el presidente de la Asamblea General, y la presidencia del 'principal' organismo de la ONU, el Comité de los Derechos Palestinos. Repitiendo las escenas de años anteriores, ante ellos una bandera de la ONU, una bandera palestina, y en medio, un mapa árabe anterior a la existencia del estado miembro de la ONU de Israel. Se pidió a todos los participantes “un minuto de silencio… por todos los que han dado su vida por la causa del pueblo palestino…” — terroristas suicida incluidos. Dado que el cliente principal de los recesos de la ONU son los palestinos protegidos por los terratenientes árabes e islámicos, vale la pena preguntarse si los expertos en reformas de la ONU no veían apropiado mencionar el impacto de este elefante en su cristalería. Al contrario, recomendaron que más elefantes entraran en la cristalería. La reforma de la comisión de derechos humanos, según los expertos del secretario general, no exige limitar la comisión a los estados comprometidos con la democracia y la protección de los derechos humanos, sino expandir la pertenencia a la comisión, desde los 53 miembros actuales, a los 191 estados miembros de la ONU. Miembros actuales y amantes de los derechos humanos como Cuba, China, Arabia Saudí o Sudán estarían encantados sin duda de recibir a amigos como Irán o Birmania. En un descanso aparente del saqueo a las bases de paz y seguridad de la ONU por parte de los países islámicos — que han bloqueado la adopción de una convención clara contra el terrorismo durante años — el panel del secretario general recomendó que la ONU adoptara una definición de terrorismo. La buena noticia es que, por primera vez, la ONU admite que carece de tal definición. Hasta que la tenga, no puede esperarse en serio que juegue un papel en la guerra contra el terrorismo. Pero el panel fue muy cuidadoso en recomendar que fuera “una definición de consenso — lenguaje en código de la ONU para bendecir la continua lapidación de la ONU por parte de la Organización de la Conferencia Islámica. En cuanto a la recomendación del panel de extender el número de miembros del Consejo de Seguridad, puede que mejore los egos de varios estados. Pero más cadáveres calientes que no son objeto de requisitos para pertenecer democráticamente al Consejo no transformarán un órgano de control de daños y su esquema de protección con veto en un instrumento eficaz para tratar con amenazas tan graves como un Irán nuclear. Así que dejémonos de palabrería y reuniones de trabajo y grupos de debate acerca de la reforma de la ONU, para llegar a la causa de la enfermedad de la ONU. Los estados árabes e islámicos tienen a la ONU en un puño y, hasta la fecha, nadie está preparado para hacer algo al respecto.