Siria en el orden del día por Anne Bayefsky El último par de ocasiones en que Siria apareció en la agenda del Consejo de Seguridad de la ONU los miembros del Consejo no lograron ponerse deacuerdo en poner el nombre del estado en las resoluciones. La resolución aprobada en septiembre del año pasado, que en la práctica invitaba a Siria a abandonar el Líbano, mencionaba el eufemismo de “partes” y “fuerzas extranjeras”. La segunda resolución, aprobada en abril de este año, la que fijaba el curso de la investigación del asesinato del exprimer ministro libanés Rafiq Hariri, se refería a “todos los estados y todas las partes”. Siria es un estado patrocinador del terrorismo, sirve de anfitrión a Hamas (el Movimiento Islámico de Resistencia), al Frente Popular para la Liberación de Palestina (PFLP), a la Jihad Islámica palestina y al Comando General del Frente Popular para Liberación de Palestina (PFLP-GC) -- todas designadas por el Departamento de Estado como organizaciones terroristas extranjeras, y llevan décadas siendo la fuerza desestabilizadora de Oriente Medio. Pero la ONU encuentra muy difícil mencionar la palabra “República Árabe Siria” en el mismo párrafo que “violaciones de los derechos humanos”. En los cuarenta años en que la Comisión de Derechos Humanos de la ONU ha aprobado resoluciones críticas con el historial de derechos humanos de un estado, ni una sola nombra a Siria. Mientras tanto, Siria produce abundantes informes para organismos de la ONU, tales como el Comité de Contraterrorismo, o el comité relativo a la restricción del uso de materiales radiactivos, que rivalizan con El mago de Oz como lectura de cabecera. A pesar de redactar informes de la ONU, el 12 de mayo de 2004, el Presidente declaraba “YO, GEORGE W. BUSH, presidente de los Estados Unidos de América, determino por la presente que las acciones del Gobierno de Siria en apoyo del terrorismo, la continuación de su ocupación del Líbano, la búsqueda de armamento de destrucción masiva y programas de misiles y el minado de los esfuerzos norteamericanos e internacionales con respecto a la estabilización y reconstrucción de Irak constituyen una amenaza inusual y extraordinaria a la seguridad nacional, a la política exterior y a la economía de Estados Unidos…” Hasta la fecha, la única coincidencia entre la ONU y Estados Unidos a propósito de Siria está relacionada con la implicación de Siria en el Líbano. La implicación siria en el terrorismo que va más allá de matar al exprimer ministro libanés no está sobre la mesa. En la ONU, árabes vs. africanos en Sudán ha significado tropiezo. Árabes vs. judíos en el conflicto de Oriente Medio ha sido tan simple que no requiere ni pensar (21 miembros de la Liga Árabe en la ONU, contratistas petroleros, y 56 miembros de la Organización de la Conferencia Islámica, contra 1.) Pero árabes vs. árabes, como en el caso de Siria vs. el Líbano, complica algo más las maquinaciones de la ONU. Complica, pero no define necesariamente. No hay interés en la ONU en la asistencia siria a los árabes que masacran árabes en Irak. Si “República Árabe Siria” aparece en la resolución del Consejo de Seguridad, o si aparecen sanciones alguna vez contra Siria en el horizonte de la ONU, dependerá de convencer a los colegas de Turtle Bay de que la historia de Hariri llegó de una burbuja enviada por la Bruja Buena Glinda -- que no tiene nada que ver con Estados Unidos, Israel, el respaldo sirio al terrorismo en Irak o la subyugación de su propio pueblo por parte de Assad. Cuando Jacques Chirac pierde un comensal a cenar, es hora de ponerse duros. Personaje de El mago de Oz.